¿Hubo antes brotes producidos por otros coronavirus?

¿Hubo antes brotes producidos por otros coronavirus?

Es la tercera vez en dos décadas que un coronavirus salta desde los animales al ser humano, y demuestra su capacidad para progresar en nuestra especie. En anteriores ocasiones otros coronavirus también han suscitado emergencias sanitarias.

En el año 2003, un brote originario en el sur de China (en la provincia de Guangdong) por un coronavirus ocasionó el SARS («síndrome agudo respiratorio severo o grave»), cuyo primer caso se declaró en febrero del año 2003 en Hanói (Vietnam). La enfermedad se propagó a más de dos docenas de países en América, Europa y Asia, antes de que se pudiera contener el brote, del que se registraron en todo el mundo algo más de 8,000 casos, de los que fallecieron alrededor del 10 %. Este virus se transmitió desde el murciélago herradura al hombre a través de huéspedes intermedios, como las civetas, y con posterioridad de persona a persona por vía respiratoria.

En el año 2012, se identificó en Arabia Saudita el Síndrome Respiratorio por Coronavirus de Oriente Medio (MERS-CoV). Este virus se mantiene actualmente activo en distintos países y ocasiona un cuadro febril de transmisión interhumana con tos e insuficiencia respiratoria. Se han declarado desde su inicio en torno a 2,500 casos con una mortalidad cercana al 35 %. Sin embargo, a diferencia del SARS-CoV, los brotes de MERS-CoV, aunque son graves, son muy limitados, ya que la gran mayoría se produce por saltos independientes del virus desde los camélidos a humanos, y originan cadenas cortas de transmisión del virus.

Si bien muchos coronavirus en la naturaleza no infectan a las personas, el virus SARS-CoV, el virus MERS-CoV y el virus SARS-CoV-2 destacan por su capacidad de infectar una variedad de especies diferentes.

Las investigaciones sugieren que esos virus tienen su reservorio en los murciélagos, después estos virus “saltan” a otras especies que actúan de reservorios intermediarios (civetas, dromedarios) antes de infectar a las personas.

Los científicos están tratando de determinar cómo se propaga el SARS-CoV-2 a las personas. La fuente zoonótica de su transmisión aún no está clara y es poco probable un salto directo del virus del murciélago al hombre. Las infecciones por coronavirus tienen una distribución mundial y ocasionan hasta la tercera parte de las infecciones respiratorias agudas comunitarias, predominando, sobre todo, a finales del otoño, en el invierno y comienzo de la primavera.

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