Las Madres en la Minería: Pilar de Resiliencia y Cambio

Las Madres en la Minería: Pilar de Resiliencia y Cambio

En la industria minera, las madres trabajadoras representan una fuerza de cambio y resiliencia. A pesar de los desafíos inherentes a un sector tradicionalmente dominado por hombres, estas mujeres no solo han logrado abrirse camino, sino que también están redefiniendo el panorama laboral para futuras generaciones.

En México, aproximadamente 66,000 mujeres forman parte de la industria minera, lo que representa el 16.3% del total de la fuerza laboral. Aunque su presencia está creciendo, solo el 3% ocupa puestos directivos o son miembros de consejos. Este dato resalta la necesidad de continuar trabajando hacia una mayor inclusión y equidad en los roles de liderazgo.

Las madres en la minería enfrentan retos únicos, especialmente en lo que respecta a la conciliación de la vida laboral y familiar. Las condiciones de trabajo, a menudo en ubicaciones remotas y con horarios exigentes, pueden dificultar la maternidad. Sin embargo, el 85% del talento femenino en la industria reconoce que el trabajo híbrido permite aprovechar oportunidades laborales sin tener que vivir cerca del centro de trabajo, y el 83% cree que este modelo facilita ejercer la maternidad o paternidad mientras se participa activamente en la vida profesional.

La percepción positiva del avance del talento femenino es notable, con un 88% considerando que ha aumentado en los últimos tres años. Aún así, casi la mitad señala que se necesita una cultura laboral que reconozca el valor de las aportaciones femeninas y que se rompan los sesgos existentes, especialmente en la promoción a puestos con mayores responsabilidades.

Estas madres mineras son como los minerales que extraen: valiosas, fuertes y capaces de soportar grandes presiones. Su trabajo diario no solo contribuye al desarrollo económico, sino que también inspira a sus hijos e hijas a perseguir sus sueños, sin importar los obstáculos.

La industria minera está en un proceso de transformación, y las madres trabajadoras son protagonistas de este cambio. Su determinación y capacidad para equilibrar las demandas de la vida laboral y familiar son un testimonio de su fortaleza y su papel crucial en la evolución hacia una minería más inclusiva y diversa.